Las 21:30h. del 6 de mayo, mi cumpleaños

¡Felicidades! siempre sabía qué venía después de aquella palabrita que me soltabas con apremio, como si te sintieras orgullosa de que estuviera creciendo un año más—. No te he llamado antes porque naciste a las 21:30h. A las 16:30h. he llamado a tu hermana.

Porque eso lo tenías muy claro: mi cumpleaños no era hasta las 21:30h. del 6 de mayo, ni antes ni después. Ese fue el momento exacto en que por fin terminaste aquel parto tan desastroso y aparecí yo, con un frondoso pelo en punta que tardaría varios días en responder a la ley de la gravedad, y un dedo amoratado por tanto giro de último momento todavía en tu interior. Justo 5 horas después del onceavo cumpleaños de mi hermana, que nació a las 16:30h. de otro 6 de mayo. Ni antes ni después.

Sigue leyendo